El segundo de los 10 Mandamientos

EL SEGUNDO MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS

Éxodo 20:7

 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

Este mandamiento es muy importante en la vida de cualquier persona, porque comúnmente todos buscan credibilidad en sus palabras, por lo tanto hacen descansar sus afirmaciones en lo mas grande que puede existir; existen dos cosas por las que juran los hombres normalmente juran: “… por mi madre” y “te lo juro por Dios” pues cualquiera piensa que esto da mayor seguridad y en verdad la biblia lo aclara y asegura esto: Hebreos 6:16 Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación. Pero las implicaciones de dicho juramento son muy fuertes, ya que el mandamiento es no tomar el nombre de Dios en vano, es decir ponerlo en estupideces de nuestra vida, mucho menos de algo como cuña en cuentos cotidianos, mucho más cuando todo es una mentira. Esto es una falta grave, ya que el nombre de Dios, incluso recordemos que solamente lo encontramos como “YO SOY” lo que nos muestra que Dios nunca se ha identificado con un nombre especifico, debido a que no necesita distinguirse de nadie mas ya que EL ES EL UNICO DIOS EXISTENTE.

Si se uso el nombre de Dios para juramentar a algunas personas, veamos: Josué 2: 12 Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura; Rahab juramento a los espías enviados por Josué a Jericó, y ellos juramentaron y respaldaron su palabra en nombre de Jehová.

Génesis 24: 3. y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito. Abraham lo hizo asi con su siervo cuando lo envió a buscar esposa para Isaac y esto contesto el siervo: Génesis 24: 9. Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio.

En la Biblia, principalmente en el Antiguo Testamento es donde encontramos la practica de juramentar a alguien en nombre de Dios, ante esto quiero solo recordar que nosotros los cristianos; ahora estamos en el Nuevo Pacto y muchas cosas han cambiado, pero en el tiempo antiguo se uso muchas veces esta manera de respaldar algún acto o afirmación, pero lo más notable es que fueron en casos sumamente delicados y que conllevaban la vida en la toma de alguna decisión basado en la afirmación, no se juraba a diestra y a siniestra solo por hacerlo ni mucho menos porque que se deseara una gran credibilidad, sino que podríamos nombrarlos como casos especiales que fueron definitivos para marcar la historia de Dios en la humanidad.

Pero con la aparición de Cristo vemos una gran reforma en este aspecto, esto basado en el mismo mandamiento, creo que es la aclaración del mismo, poniendo a la luz el verdadero significado. Porque el mismo Señor Jesús dijo lo siguiente:

Mateo 5:34 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; 5:35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. 5:36 Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.

Es sorprendente que Jesucristo explícitamente nos mande no jurar, MUCHO MENOS ACERLO EN NOMBRE DE DIOS, ni por nosotros mismos (nuestra cabeza) ya que no tenemos poder sobre nada, sino que solo debemos hablar la verdad siempre y tener un SI, o un NO sin movernos de dicha afirmación. Entonces ni por nuestra madre se puede jurar, los cristianos nos caracterizamos por decir la verdad, por lo tanto no se necesita jurar por ninguna cosa, ya que todos deben conocer a un cristiano, como una persona que no miente.

En Santiago vemos algo más sorprendente y una ampliación a las palabras de Jesucristo:

Santiago 5:12: Pero sobre todo, hermanos míos, NO JUREIS, NI POR EL CIELO, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación.

Nos dice el apóstol, claramente QUE NO JUREMOS, y hay que recalcar que se esta refiriendo a los Hijos de Dios, no a personas no cristianas. Entonces no es simplemente no jurar con el nombre de DIOS, tampoco jurar con otro nombre; por el contrario es NO JURAR, así de sencillo y fácil, pero todos sabemos que en el ser humano el juramento es un mal hábito que radica en su vida llena de mentiras. Por lo tanto el JURAMENTO es exclusivo de DIOS y el mismo en cuanto a su salvación juro por si mismo, y se mantiene que es la única persona que puede hacerlo. Y solo me gustaría recordarles a los que digan ser cristianos principalmente que quiten definitivamente esta costumbre que proviene de la carne.

Pero para finalizar este pequeño análisis, veamos el final del verso anterior de Santiago, que es para que no caigáis en condenación. Antes que nada hay que referir que no es INFIERNO lo que se esta hablando al decir condenación, esto porque se tiene el complejo de pensar siempre y rápidamente en esto al leer o escuchar condenación, mas cuando proviene de la Biblia, pero no, en este caso, no; solo hace énfasis en que seremos culpables de dicho juramente, por haberlo hecho, mucho mas cuando se hace por Dios, lo que entendemos es que estaremos en juicio de Dios cuando juramos, pues incluso Dios nos manda no apresurarnos a prometer nada para que no seamos presos de nuestras palabras o promesas, pues este es otro error comenzar a prometer y posteriormente no cumplir; lo cual nos acarrea juicio de parte de Dios y no por su decisión sino por nuestras propias palabras. Ejemplo seria el jurarle a Dios que daremos nuestros diezmos, lo que significa que no pagarle, nuestro trabajo seria empobrecido a causa de nosotros mismos, es decir ser condenados en este campo, nunca se esta hablando de irse al infierno. Con esto se cumple lo de éxodo cuando dice no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano, lo que conlleva a un castigo hacia en que lo haga; porque recordemos que el es un Dios justo y da a cada uno según su obra.

En conclusión, Dios exige que no juremos pero además jamás hacerlo por su nombre o tomarlo como refugio para que seamos creíbles, por el contrario nos incita a proclamar siempre la verdad en nuestros labios y todo esto para ser bendecidos y no quedar presos de ningún juramento con nadie, ni mucho menos acarrear maldiciones a nuestra vida.

DIOS TE BENDIGA